La búsqueda de tortugas a bordo de un barco centenario
23/05/2016
A bordo de un velero centenario, una tripulación de biólogos marinos e investigadores estudian los movimientos, el uso del hábitat y la ecología de grandes pelágicos como los cetáceos y las tortugas marinas en las aguas del mar Balear.
Capitaneados por Ricardo Sagarminaga, co-fundador de la Sociedad Española de Cetáceos y fundador del centro de Investigación y Educación Marina ALNITAK (una asociación dedicada a proporcionar bases de datos científicas para el establecimiento y gestión de las áreas marinas protegidas) estos investigadores realizan diversas tareas que van desde avistamiento de los animales hasta la recopilación de datos para ampliar el conocimiento de los ecosistemas marinos y aportar informaciones básicas para su conservación.
Siguiendo el viaje de las tortugas
La tortuga caguama (Caretta caretta) emprende en su etapa juvenil una gran aventura transoceánica que la conduce desde Florida hacia el Mediterráneo, en donde tiene que lidiar con actividades humanas como la pesca con palangre y el tráfico marítimo, además de sufrir otros impactos como el incremento de basuras marinas o vertidos procedentes de embarcaciones, que suponen un serio peligro para esta especie amenazada.
La utilización de marcas de satélite para la monitorización de estos pelágicos permite el seguimiento en tiempo real gracias a los transmisores equipados con GPS (que permiten obtener el posicionamiento de las tortugas), así como sensores de presión y temperatura. Esta información, podrá ser utilizada por los oceanógrafos de manera similar a los datos que ofrecen las diferentes plataformas de observación marina y costera de la ICTS SOCIB.
Estos instrumentos de alta tecnología no afectan a las tortugas
La oceanografía operacional que desarrolla la ICTS SOCIB ofrece hoy una oportunidad única para estudiar las interacciones entre la variabilidad del medio ambiente y las especies como la tortuga caguama para el desarrollo de nuevos enfoques de gestión ambiental y conservación.
Un barco centenario para una expedición oceanográfica
El velero Toftevaag se construyó en 1910 para pescar arenques por los fiordos de Noruega. Desde hace un par de décadas, esta veterana joya de 18 metros de eslora se ha consagrado al estudio y la protección de los delfines, ballenas, tortugas y aves marinas que pueblan el Mediterráneo.
Toda la información recogida en la campaña a bordo del Toftevaag se utilizará para desarrollar herramientas que contribuyan a la conservación de la especie.